Corpus Christi 2025 en Cantalapiedra

La procesión del Corpus Christi en Cantalapiedra tuvo lugar el domingo 22 de junio, recién estrenado el verano. 
Como es tradición en la localidad los vecinos preparan altares en algunas puertas adornados con las mejores alfombras, mantas y sábanas de sus casas, un Sagrado Corazón de Jesús y otros adornos, entre los que no faltan las rosas y otras flores recolectadas de los jardines del pueblo. 
Los niños se encargan de alabar con pétalos la Sagrada Custodia que porta el sacerdote bajo palio. Además aunque desde hace años no hay mayordomos cuatro personas portan las varas de la cofradía del Santísimo Sacramento que por tradición se ha encargado de organizar esta tradición y mantener vivos otros rituales relacionados con la adoración al Santísimo Sacramento el día del Corpus Christi, el Viernes del Sagrado Corazón, el Domingo del Señor y en otras fechas del año. 



















Emociones en la segunda procesión en honor a Nuestra Señora de la Misericordia

3.700 euros alcanzó la subasta por meter la Virgen en la ermita el domingo. 

A la generosa cantidad de 3.000 euros ascendió la cantidad ofrecida como donativo por meter la Virgen por las andas de adelante, otras personas obsequiaron con 750 por las de atrás

La fiesta de la Virgen de Nuestra Señora de la Misericordia llegó a su epicentro el Domingo de Pentecostés, 8 de junio de 2025, con la misa y procesión.

El sacerdote José Luis Quintero celebró la eucaristía acompañado del acólito y lector Mario Cabrera.

Los mayordomos, quintos nacidos en 1950, volvieron a llevar las varas y participar en la eucaristía con las lecturas, ofrendas y otros detalles como el acompañamiento a la Virgen durante la larga procesión.

El intenso sol volvió a marcar la segunda procesión que se alargó hasta las cinco de la tarde, como la de la jornada anterior. Tras horas de baile a la Virgen al son de las dulzainas y el redoblante llegó el emocionante momento de la subasta que comenzó de forma ligera pero que alcanzó la generosa cantidad de 3.000 euros por las andas de adelante y 750 por las de atrás, donados por familias y personas fieles. 

Este momento de la subasta concentra grandes dosis de emociones. En la intimidad de los donantes quedan sus intenciones, agradecimientos, promesas o la simple voluntad de ofrecer ese donativo a la Virgen, como dicen en Cantalapiedra. Cuando meten a la Virgen en la ermita hasta que la colocan en el presbiterio se concentran las emociones de estas personas algunas con lágrimas en los ojos. Posteriormente hay costumbre de darles la enhorabuena. También se repiten las enhorabuenas a los mayordomos y a estas personas que han metido la Virgen durante el posterior convite, también generoso en abundantes kilos de pastas y litros de limonada, refrescos y agua. 

Se trata de una fiesta marcada por las emociones, sentimientos, el recuerdo y sobre todo cargada de tradición.

Suele gustar mucho la misa de la Virgen en latín y destaca el canto de la Salve al terminar la misa y al terminar la procesión. También es muy simbólico el beso a la Virgen sobre todo por los nuevos niños, nacidos desde la anterior fiesta. Prácticamente la totalidad de las personas de la villa guardan ese recuerdo, de niño, besando a la Virgen. El baile de La Taranina durante horas, el ¿hay quién la coja? y otras frases típicas de este momento que pronuncia una persona que adopta el papel de animador de la procesión, el sábado fue Pedro Pérez y el domingo Jorge González 'Pulgo', este último se encargó de anunciar la subasta con el recurrido ¿hay quién de más?. '750 por las de atrás, 3.000 por las dos de alante, ¡a las tres!'. Así concluyó la del domingo. 

Fotos del domingo: