¡Viva la Virgen!

Gracias a la quinta del 64

La Virgen de la Misericordia sale en procesión nuevamente en torno a la ermita.

El domingo, lunes y martes las procesiones a la Virgen de la Misericordia; después de la misa vienen regadas por una incesante carga de bailes, adoraciones, cantes y besos a la Virgen.


Los mayordomos de este año, que son los hombres y mujeres nacidos en el año 1964, durante la misa, se colocan en el altar y en la procesión van detrás de la Virgen portando las dos varas de la cofradía.

La Virgen de la Misericordia es bailada al son de la Taranina y los padres aprovechan para poner a sus niños a besar a la virgen cuando es bajada al suelo.

La Virgen de la Misericordia durante estos días luce sus mejores mantos bordados, sus mejores coronas y alhajas, que durante tantos años han ido donando las gentes de Cantalapiedra, que tanta devoción tienen a la Virgen de la Misericordia.

Rocieros en Cantalapiedra

Rocieros en Cantalapiedra


La fiesta de Nuestra Señora de la Misericordia respira aires rocieros en la noche del domingo, gracias a la actuación de un grupo que llenó la carpa de ambiente rociero.

La fiesta de Cantalapiedra vuelve a ser motivo de encuentro de los hijos de la Villa que acuden a ella con gran devoción y cariño.

Cantalapiedra es un pueblo español en la provincia de Salamanca, donde los campos de cereales que bordean el termino alimentan al mayor porcentaje de sus vecinos.

La Virgen de La Misericordia, patrona de la Villa, sale en procesión durante tres días y a la par el Ayuntamiento se encarga de organizar otra serie de festejos para completar el resto de tiempo y el resto de días, hasta un total de cuatro o cinco.

Un grupo rociero formado por un grupo de alegres artistas de este arte andaluz, entre los que se encuentra Julia Pérez de Cantalapiedra que junto a su grupo cantó con mucha alegría para el agradecido público que llenaba la enorme carpa situada en la plaza.