En el monasterio de religiosas trinitarias de El Toboso recuerdan hoy a la hija de Cantalapiedra, su venerable madre fundadora, Angela María de la Concepción. El 22 de febrero fue el día en el que el Papa Inocencio XI (terciario trinitario) aprobó las Constituciones de la Santa Recolección. Fue en el año 1685 cuando el Vaticano daba solidez a la Recolección Trinitaria femenina fundada por la monja de Cantalapiedra.
Después de nueve años de profesa, Ángela María se sintió llamada por Dios a iniciar la recolección de las trinitarias. Eran los tiempos de las reformas de las órdenes religiosas en España, marcados por los postulados del Concilio de Trento, que intentaban vivir una vida más acorde al espíritu de los orígenes. Así, la monja se hizo cargo como priora de la nueva fundación de las trinitarias recoletas de El Toboso, uno de los centros más importantes de La Mancha. Junto a otras once religiosas vistió el hábito de la recolección en el convento de los trinitarios calzados de la Corte, el 20 de mayo de 1680. El monasterio donde residían las trinitarias era tan majestuoso que mereció ser llamado «El Escorial de la Mancha».
El 10 de junio de 1681 profesaron sus votos las primeras trinitarias recoletas, es allí donde Ángela María, añadirá el nombre religioso de la Concepción. Tres años más tarde, el 22 de febrero de 1685, el papa Inocencio XI aprueba las Constituciones de la Recolección Trinitaria.
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