El temporal derrumbó un muro de adobes de la calle Frontón
Ayer, el carro del Ayuntamiento amaneció bajo un montón de adobes, también quedaron inservibles al menos tres contenedores, por la caída del muro a causa del temporal.
En estos pueblos de vieja usanza, es fácil que suceda este tipo de fenómenos cuando el tiempo se embravece más de lo habitual. Antiguos muros, que resguardan vieja maquinaria que en su día proporcionaba trabajo e ingresos en un lugar que dio cabida a muchas familias. Hoy asistimos a la demolición, derrumbe y derribo de aquellos espacios de vivienda o trabajo, de inmuebles y edificios que fueron elementos de la vida cotidiana de una villa cuyo prestigio y fama traspasaba límites provinciales, regionales e incluso fronteras internacionales.
