Amarillos llamativos; verdes intensos, de diversos tonos; y marrones de los barbechos y los caminos, que llevan a todos los lugares, dibujan estos días un precioso paisaje semiondulado que ha eclosionado en color.
Al igual que en otros lugares es un atractivo turístico por ejemplo visitar la floración del cerezo; no es menos impresionante la panorámica que en algunas partes de la llanura salmantina se puede disfrutar. En Cantalapiedra deslumbran esos amarillos de las colzas que rompen la monotonía de la estepa cerealista.
Es un buen momento para visitar esta localidad, disfrutar de un paseo, en bici, andando o a caballos por los caminos y después, no perderse el conocer o reconocer la bonita población de Cantalapiedra, tanto por sus calles, como por su animación. Por ejemplo, cualquier festivo o domingo se colma la plaza mayor de chavales, y las terrazas y bares de numerosas personas que animadas comparten el vermú. También los sábados por la mañana el baratillo atrae a Cantalapiedra gentes de otras localidades que saben que en esta localidad van a poder comprar cuanto necesitan tanto en los puestos ambulantes, como en las tiendas de la villa.