El monasterio del Sagrado Corazón de hermanas clarisas de Cantalapiedra acogió ayer el concierto sacro 'Melodías de Misericordia'.
Se puede decir con certeza que la muy buena villa de Cantalapiedra fue ayer epicentro de un acontecimiento especial, donde el arte musical hizo más patente el clima espiritual. Un concierto de lujo a cargo de músicos de categoría volvió a ratificar el privilegio del que goza esta villa, gracias al convento que fundó Madre María Amparo del Sagrado Corazón.
Tras las Puerta Santa de la Misericordia, dentro de la iglesia que custodia los restos de los fundadores del monasterio (la venerable; el padre Arintero, Apóstol del Amor Misericordioso; y don Ambrosio Morales) tuvo lugar un acontecimiento que ayudo a que los asistentes crecieran en la relación con Dios, y que bien puede encasillarse en la descripción hecha por Benedicto XVI y elegida para encabezar el programa de este evento: "Hay expresiones artísticas que son verdaderas sendas hacia Dios. Belleza suprema; más aún. Son una ayuda para crecer en la relación con Él, en la oración. Cuando escuchamos una pieza de música sacra, que hace vibrar las cuerdas de nuestro corazón, nuestra alma queda como dilatada y ayudada a dirigirse a Dios".
Las robustas paredes de la capilla del monasterio acogieron piezas musicales de Bach, William Gómez, Tosti, Stradella, Donizetti, Mozart y otros compositores.
Este regalo, de músicos relevantes, por su amistad con las monjas, se hizo extensible a todos los asistentes que quisieron presenciarlo y con escucharlo, sentirlo y disfrutarlo.
El barítono Pedro Martínez Tapia; el contralto Alberto Miguélez Rouco; el tenor Pablo Carballido del Camino; y los violinistas Enrique Iglesias Percedo y Jorge Montes Martínez, unieron sus dotes artísticas cada cual es diferentes destrezas musicales, tantos con instrumentos en los que son hábiles, como con sus virtuosas voces. También lo hicieron en diversas ocasiones con las monjas, que ellas, tras la reja de la clausura, no eran vistas por los asistentes, pero si mostraban su deslumbrante belleza artística también en las notas musicales que emitieron con sus voces e instrumentos musicales.
Días antes las hermanas lo dieron a conocer así en su página web:
Domingo 4: Concierto sacro: “La melodía de la Misericordia”
“Hay expresiones artísticas que son verdaderas sendas hacia Dios, Belleza suprema; más aún, son una ayuda para crecer en la relación con Él, en la oración. Cuando escuchamos una pieza de música sacra, que hace vibrar las cuerdas de nuestro corazón, nuestra alma queda como dilatada y ayudada a dirigirse a Dios”. Benedicto XVI
Hay un grupo de amigos, que además son músicos maravillosos, que quieren compartir con nosotros esta experiencia.
Ojalá el domingo, día 4, podamos recorrer juntos esa senda que nos llevará a encontrarnos en lo íntimo con la Belleza de la Misericordia de Dios.