Cientos de personas se acercaron a la buena villa de Cantalapiedra para disfrutar del festejo taurino con motivo del I Toro de la Misericordia.
El ganadero José Carlos Cañero de Tarazona de Guareña soltó por el recorrido habitual dos toros desde un cajón cada uno. El primero, de piel negra, de nombre Chupón; el segundo, de piel roja, de nombre Zascandil. Ambos de grandes dimensiones y destacada hermosura, aunque el segundo fue de mayor bravura y arrojo, al menos durante los primeros minutos desde su suelta en que protagonizó varios sustos, uno al intentar escapar e incluso meter la cabeza entre los barrotes de una talanquera. Después rompió la puerta de un establecimiento y más tarde en la Plaza Mayor levantó una reja protagonizando uno de los momento más emocionantes de la tarde, porque varias personas se refugiaban en el interior del local y por suerte ninguna fue alcanzada.
Si fueron alcanzadas dos personas por los cabestros. Una de ellas fue golpeada y otra pisada, al tumbarse por no conseguir alcanzar lugar seguro para protegerse.
Después continuó la fiesta por las calles y bares de la villa, donde se organizaron grandes fiestas hasta altas horas de la madrugada.
La asociación taurina Virgen de la Misericordia fue la promotora de este festejo taurino y de un encierro infantil previo.