Bailes y besos a la Virgen de la Misericordia

La Virgen de la Misericordia, se volvió a ganar el cariño de la villa de Cantalapiedra. Los niños fueron aupados por sus padres para que besaran la Virgen, los mayores también la besaron en las manos o en el manto. Muchas personas bailaron La Taranina, que tocaron dulzaineros de la Agrupación Musical Villa de Cantalapiedra y hubo otros momentos emocionantes como las Salves y los ¡viva la Virgen!

Tampoco faltó la subasta. Ayer metió la Virgen, Agustín Bermejo y familia y la familia López González. Se pagaron 700 euros por las andas de adelante y 400 euros por las de atrás, como donativos para sufragar gastos entorno a esta devoción mariana. Después todos al vermut, que, ayer había pagado a medias entre la asociación de agricultores y los mayordomos, por coincidir el primer día de la fiesta con San Isidro Labrador.