Los edificios residenciales de Renfe en Cantalapiedra han sido derribados esta mañana. Dos edificios de grandes dimensiones que databan de los últimos años de la década de los 70 han desaparecido del casco urbano de la villa por abandono. El vandalismo y la falta de mantenimiento habían hecho mella en las dos edificaciones que en su día ofrecían vivienda a cinco familias.
El edificio mayor tenía una superficie construida de 689 metros cuadrados. Su base medía 230 metros cuadrados, y estaba estructurado en tres plantas, en cada cual había una o dos viviendas. El mismo se encontraba en el número 11 de la calle Cardillares.
El segundo de ambos inmuebles de superficie construida de 530 metros cuadrados, estaba situado en el número 12 de la calle Cardillares. De los 316 metros cuadrados de base que ocupaba, 213 correspondían al segundo edificio residencial, que estaba compuesto de dos plantas, en cada una de las cuales había una o dos viviendas. Los otros 104 metros cuadrados de base restantes siguen siendo una nave que los trabajadores no han derribado.
Estas construcciones databan del año 1978. A modo de opinión, en atención a la alta demanda de viviendas que Cantalapiedra experimenta en diferentes épocas del año, estos edificios bien podían haber sido recuperados para su alquiler, arrendamiento o venta como viviendas de protección oficial, sobre todo al tratarse de edificios de propiedad estatal que ya tenían una estructura y unas paredes que aparentemente estaban bien.
¡Olé por la RENFE, ADIF o quien diantres fuere el titular!
ResponderEliminarAsí se "lucha" contra la despoblación en Castilla y León, no vaya a ser que proliferen las viviendas asequibles y en razonable buen estado en poblaciones pequeñas y a la gente le dé por adquirirlas. O aún peor, que caigan en manos de jóvenes o emprendedores que pudieran dinamizar la economía local... ¡No por Dios!