Falta de señalización en carreteras y el olvido institucional dañan seriamente la imagen de Cantalapiedra
Parece ser que Cantalapiedra viene siendo ocultada de un modo severo desde hace mucho tiempo. Al hilo de las reivindicaciones realizadas ayer en alusión a la despoblación de la España rural, toca reflexionar en tono de opinión. A modo de punto de vista compartido con muchas personas que se han dado cuenta de estos detalles. La falta de señalización en las carreteras alusiva a Cantalapiedra es algo que perjudica gravemente a esta localidad. Esta circunstancia se da sobre todo en la carretera CL-605, que une las ciudades de Zamora con Segovia y otras localidades intermedias. Por ejemplo en esta vía se puede ver que en determinadas localidades como en Cañizal o en Arévalo se indica dirección Madrigal de las Altas Torres que pertenece a la provincia de Ávila y, sin embargo, no se alude a Cantalapiedra. Se trata de detalles que quizá quienes transitamos a diario por estas carreteras y conocemos estas rutas sin necesidad de mirar mapas no percibimos pero que dificultan la llegada a la localidad a otras personas que lo hacen por primera vez. Todos estos detalles son fruto de un olvido institucional que también es evidente en la promoción turística, es decir, en esos folletos que edita la Junta de Castilla y León y la Diputación de Salamanca. En prácticamente ninguno de ellos se alude a Cantalapiedra.
Esta serie de cuestiones son pequeñas pero evidentes y pasan factura. Quizá en las administraciones provinciales, autonómicas y nacionales no se dan cuenta, pero nosotros tenemos la obligación de defender lo que nos corresponde porque todo esto perjudica gravemente a Cantalapiedra.
Foto cedida por Felipe Montero: