El
Día Mundial de los Humedales, una fecha destinada a volver la mirada a nuestra
naturaleza en el año de los Bosques.
Por
San Blas, la cigüeña verás, reza el refrán que nos recuerda a una de las aves
que habitan junto a nosotros, en las torres de las iglesias de los pueblos.
La
vinculación de las fechas viene porque las cigüeñas que tantas y tantas veces
sobrevuelan los tejados de Cantalapiedra, se favorecen de esos humedales, de
esas charcas y de los campos donde acuden a alimentarse y a buscar lo necesario
para construir sus nidos.
Históricamente
Cantalapiedra contaba con muy buena fama por sus aguas, pozos, manantiales y
charcas. Sirva de ejemplo El Pascobar, otras y aquellas charcas que rodeaban
Cantalapiedra, hoy inexistentes, dado que estaban muy cerca de las propias
casas del pueblo, y eran usadas para dar de beber a los ganados.
No
obstante aún se conservan grandes charcas, El lavajo de Santa María, las que
están por el camino de los Huertos, la de la Fuente Leganar, los lavajos y
otras que se resisten a desaparecer y sacian la sed de la variedad de pájaros
existentes en estos campos de cereal, parte de la ZEPA Tierra de Campiñas.
Así
hablaba una Reseña Histórica Geográfica Estadística del pueblo de Cantalapiedra
escrita hace siglo y medio:
“ Durante el invierno la baña un regato conocido
con el nombre de Matapajares que desagüa en el Trabancos. Sus aguas de pozo y
fuente son buenas y muy especialmente las del Obispo y el Leganar cuyos
manantiales son bastante abundantes aún en los años de mayor sequía(…)El agua
para beber los ganados procede de las lluvias y se deposita en cuatro lagunas o
cárcavas que rodean el pueblo..."
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