Añoranza y un poco de resaca de tantos días de fiesta podrían ser algunos de los síntomas más padecidos por los jóvenes que han celebrado este fin de semana su fiesta en Cantalapiedra. Hoy domingo 20 de enero de 2014 han acudido a misa para dar gracias a Dios y rezar por su próspero futuro.
Hay que destacar que la generación de los nacidos en 1996 es una de las últimas que superan la decena de los originarios de Cantalapiedra. El año pasado fue la primera vez que el padrón municipal de la Muy Buena Villa de Cantalapiedra reflejaba un censo inferior al millar de habitantes.
Por otro lado, anoche, en Cantalapiedra había mucha fiesta y mucho ánimo gracias a la discomovida de los quintos en el salón Pósito y el acompañamiento de otras quintas que se habían reunido entorno a cenas que sirven para compartir ese momento especial con las personas de la misma generación.
