La Confederación propone a Cantalapiedra crear la primera comunidad de regantes por municipio

La Confederación Hidrográfica del Duero, de mano de uno de sus Agentes Medioambientales y de uno de sus Guardias Fluviales, estuvo ayer, lunes 19 de mayo de 2014 en Cantalapiedra. La visita de estos tenía por misión transmitir a los agricultores con regadío de Cantalapiedra, la necesidad de que formen una comunidad de regantes. Al parecer se trata de una obligación que establece el Real Decreto 478/2013 del 21 de junio. El plazo para la creación de esta, que sería la primera Comunidad de Regantes con aguas subterráneas de la provincia, concluye el 1 de enero del año 2016, por lo que el plazo es de año y medio. 
No obstante, la Comisión de Aguas y Oficina del Plan Hidrológico de Cuenta quiere que para ese día esté todo en funcionamiento. 
El personal técnico que se personó ayer en Cantalapiedra, quiso recalcar que esta localidad, era la primera futura comunidad de regantes por términos que recibía este aviso y que cuanto antes comiencen los agricultores de este término a preparar los trámites para la constitución de esta comunidad, cuyo proceso se estima en unos siete meses, será mucho mejor, porque, por un lado, les costaría más barato, por el otro, desde este organismo se les ayudará lo máximo posible.

La Comunidad de Regantes, tendrá un costo para cada uno de los agricultores, pero que según los técnicos presentes ayer en la reunión, se traduciría en muchos más ahorros y ventajas, por enumerar algunos:

  • Mediante la unión de los regantes en una comunidad, se podría negociar el precio de la luz con Iberdrola. Hay en pueblos donde la luz sólo se les cobra en el periodo de uso, y no todo el año, como si sucede en Cantalapiedra, argumentó el Agente Medioambiental.
  • Se facilitan los trámites para realizar la rotación del regadío en parcelas donde no estén declaradas como tal, para la rotación de cultivos.
  • Habría la posibilidad de hacer dos o tres tomas en todo el término y de ahí, regar todos los cultivadores.
  • Se puede controlar más el uso del acuífero y evitar bajadas de niveles extremas.
  • Se puede luchar por la solicitud de una recarga del acuífero.
  • Se pararía de un derecho individual a un derecho colectivo.
  • Sería más fácil localizar y reutilizar los pozos que tienen declarada la caducidad, por estar más de tres años sin funcionar.
  • Habría posibilidades de entre todos los agricultores ser solidarios, quien no use sus derechos de riego en un año, cedérselos a otro cultivador o viceversa.

La necesidad de crear la futura Comunidad de Regantes de Cantalapiedra, se convertirá en obligación en breve. El Agente Medioambiental dijo que si no se constituyera y se llegara a declarar en riesgo, en seis meses habría que constituirla obligatoriamente, algo que se traduciría en "dinero, dinero y dinero"; subrayó, para los agricultores.

Los agricultores se mantuvieron interesados por el tema, unos formularon la necesidad de que llegara a Cantalapiedra el canal. 
En concreto, los representantes de la Junta Agropecuaria Local de la localidad, presentes en la reunión tomaron los datos requeridos para iniciar los contactos con este organismo y comenzar los trámites para la constitución de esta futura comunidad.

En el término municipal de Cantalapiedra hay alrededor de 1.200 hectáreas de terreno con concesión para regar. De las cuales, 1.125 pertenecen a la Masa de Agua de Tierra del Vino, mientras que el resto, unas 62,13 pertenecen a la Masa de Agua de Medina del Campo. Estas junto con la de Tordesillas, son las tres masas de agua que conforman las Unidades Geológicas de Los Arenales. En alusión a la Masa de Aguas de Tierra del Vino, los técnicos apuntaron que es de las que peor están. En la masa de Tierra del Vino hay otros 26 pueblos de Salamanca, mientras que en la otra, hay otros 11 términos municipales de Salamanca.


 También hay en Cantalapiedra un punto de la red de control, con un aparato para medir, por un lado la calidad y por el otro la cantidad de agua que hay en el acuífero. Se trata de uno de los 54 que en la actualidad hay repartidos por toda la provincia de Salamanca. Mediante los parámetros cuantitativos, se controla el nivel de las aguas, mientas que mediante parámetros cualitativos, mediante análisis químicos, se tratan de evitar problemas como el que surgió en Campospero, donde se estaba extrayendo agua de una balsa de agua no renovable y cuando se quisieron dar cuenta, el agua estaba salinizado. Este es uno de los problemas que se puede evitar controlando más el uso del agua, explicó el agente.