Arranca el programa de compostaje doméstico y comunitario de Cantalapiedra



Cantalapiedra es más con menos residuos

Hoy arranca el programa de compostaje doméstico y comunitario que el Ayuntamiento de Cantalapiedra ha puesto en marcha en el municipio con una primera reunión informativa en la sala multiusos de la Plaza Mayor a las 20 horas

En esta primera reunión los vecinos y vecinas podrán informarse de cómo comenzar a compostar sus propios residuos orgánicos en sus hogares en cualquiera de las cinco áreas de compostaje comunitario que el Ayuntamiento, con la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Junta de Castilla y León, pondrá en funcionamiento.

Este programa quiere conseguir una gestión de la fracción orgánica más sostenible y eficiente, mejorando el sistema de recogida de residuos que actualmente se lleva a cabo en la localidad, en el que no hay separación de la fracción orgánica. Además es una forma de adelantarse a la Ley de Residuos y Suelos contaminados para una economía circular (Ley 7/2022) que recientemente se ha publicado y que obliga a los municipios de menos de 5.000 habitantes a una recogida separada de la fracción orgánica. Esta misma ley, ya vigente, obliga a los municipios de más de 5.000 habitantes a la recogida separada de los Biorresiduos domésticos desde julio de este año, aspecto que todavía no cumplen muchas localidades con esa población.

Programas como este ya están en marcha en otras localidades de la provincia, como Candelario, Juzbado, Morille, La Vellés o los cercanos municipios de la Mancomunidad de la comarca de Peñaranda, entre otros muchos, puesto que cada vez hay más municipios que quieren ser un poco más sostenibles, cuidar su entorno y alcanzar los ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible, un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. Y es que el reto es empezar desde nuestras casas, desde lo local para llegar a lo global.

Al compostar los residuos orgánicos de los hogares en origen se reduce la cantidad de residuos totales generados en el municipio, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, derivadas del transporte de estos hasta el centro de tratamiento. Además se conseguirá el aprovechamiento de la materia orgánica como abono de calidad dentro del municipio. 

Una de las propuestas del Ayuntamiento es utilizar este abono en los jardines públicos, y en concreto en los jardines de la Ermita de Nuestra Señora de la Misericordia, que desde unos años para acá se está cuidando con mucho mimo.

Cada uno de nosotros producimos a diario cerca de un kilo y medio de residuos, de los cuales casi la mitad es materia orgánica. En una casa con cuatro personas al cabo de un año se generan cerca de 2000 kilos de residuos, y de esos, 700 kilos son restos orgánicos que podríamos convertir en un saco de un estupendo compost para abonar nuestro jardín. 

Compostar es, en realidad, un proceso muy sencillo pero que lleva algo de tiempo. Se puede obtener un buen compost en 6 o 9 meses, dependiendo de las condiciones climatológicas, contando con los microorganismos que ayudan en el proceso de descomposición de los restos orgánicos en el compostador y realizando las labores de mantenimiento necesarias. Es un proceso que, con los cuidados necesarios, no produce olores, y el resultado final es un compost con olor a bosque que abonará nuestros jardines y nos habrá dado la satisfacción que da el hacer magia con los residuos y convertirlos en un recurso, en un estupendo abono.

Información facilitada por la responsable del proyecto Marieta García Prieto.













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