El inicio de las estivales fiestas de septiembre de Cantalapiedra del 2023 estará marcado por el pregón a cargo de la enfermera Inés Pérez Sánchez. Quien reconoce estar muy contenta y que le hace mucha ilusión volver a la buena villa. Cantalapiedra fue su destino favorito.
Inés Pérez volverá a Cantalapiedra para pronunciar el mensaje de inicio de estos días tan esperados por todos. Esta profesional de la sanidad pública cuidó de la salud de las gentes de la villa y zona durante tres décadas. Llegó a la buena villa un 14 de abril de 1990 y se despidió de esta localidad en octubre del 2021. Se fue después de haber coordinado la primera dosis de la vacuna de la Covid, junto con otra enfermera sustituta de Peñaranda ("tuve mucha ayuda" reconoce) y dejando una huella muy marcada por su profesionalidad y el cariño generado por tanto tiempo de dedicación y atención a esta localidad, en la que tantas experiencias pudo cosechar.
En la actualidad ejerce su profesión en la zona de salud de Pedrosilo el Ralo y atiende pacientes de Aldeanueva de Figueroa, Espino de la Orbada, Villanueva de los Pavones, Pajares de Laguna y La Orbada. En esta zona se despedirá de la profesión de su vida este año.
Doña Inés, como es conocida popular en la localidad, se formó como enfermera en la Universidad de Salamanca, en la promoción de 1983. Su primer destino con enfermera interina fue Ituero de Azaba. En 1985 aprobó las oposiciones y obtuvo plaza en propiedad provisional en Arabayona de Mógica. Pero su destino principal sería Cantalapiedra, donde consiguió el concurso de traslado definitivo en propiedad definitiva.
Entre las primeras razones que le hicieron elegir el centro de salud de Cantalapiedra se encuentra la cercanía de su localidad natal, que es Villar de Gallimazo, de donde atesora bonitos recuerdos sobre todo de su infancia y abuelos. Cuando llegó al centro de salud de Cantalapiedra comenzó atendiendo en los consultorios locales de Palaciosrubios y Zorita de la Frontera. Pero ella prefería Cantalapiedra, razón por la que enseguida le asignaron Cantalapiedra y Tarazona de Guareña. Una reestructuración le permitió quedarse con su destino preferido, el de Cantalapiedra. Inés reconoce que hace muchos años podía haber elegido un destino más cercano a la capital de provincia pero que "estaba muy a gusto aquí". Además, Cantalapiedra es un centro de salud en el que el ritmo de trabajo siempre ha sido grande por ser pueblo grande y con bastantes pacientes mayores. Inés no se olvida de compañeros como el enfermero Fernando y el médico don Ildefonso, con el que tanto aprendió. Fueron tres décadas de su vida dedicadas a cuidar de la salud de los vecinos de Cantalapiedra.
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