Estos días de Semana Santa, en plena estación primaveral, las extensas superficies de cereales y otros cultivos que crecen en el término de Cantalapiedra son alicientes dignos de contemplar.
Desde que el sol aparece por el horizonte hasta que se pone al oeste, coloreando el cielo de diferentes tonos rosados, morados y rojos, se puede disfrutar de panorámicas diversas.
Los verdes intensos de los trigos, los de las cebadas, centenos y avenas, contrastan con los colores que la tierra otorga en los barbechos.
Las colzas, este año muy extendidas amenazan con florecer en cualquier momento y llevarse toda la atención gracias a sus llamativos e intensos amarillos. Este año será todo un espectáculo contemplar en su pleno apogeo floral las enormes extensiones que hay dedicadas a este cultivo.
Este es solo un pequeño esbozo de una realidad de la que se puede extraer un pedazo en las fotografías pero que para contemplar en plenitud es necesario observarlo en primera persona.