Como novedad, el taller de elaboración de chorizo a cargo de Paqui Esteban, gustó mucho a los niños y mayores que participaron en el mismo. Otros talleres como el de barro también tuvieron cola durante los momentos en que se podía participar en los mismos.
Por otro lado, las degustaciones de productos de la feria fueron ininterrumpidas en diversos puestos de la feria y con especial intensidad en los momentos programados. Como producto local, el picadillo de Carnicería Ángel Esteban. En la feria también se pudo degustar quesos de cabra y oveja y panes especiados.
Otro de los grandes alicientes de este año fueron los juegos infantiles.
En todo momento, desde las 12 horas, en que se inauguró este escaparate hasta las 21:30 horas, en que fue clausurado, la animación estuvo asegurada. En momentos puntuales de la tarde también se vieron visitas cervantinas, y en la inauguración actuó el Grupo Musical Villa de Cantalapiedra.
