Convivencia fin de curso en Cantalapiedra


Cuentacuentos y muestra de cetrería para despedir el año académico 2012- 2013


También hay despedidas alegres, como la jornada de convivencia que han organizado los alumnos, profesores y padres de Tarazona de Guareña, Palaciosrubios, Villaflores y Cantalapiedra del Colegio Rural Agrupado Campopetre con la colaboración de la Asociación de Madres y Padres, para cerrar el curso 2012- 2013.

Por un día, el maestro pasó a ser amigo dejando su inestimable papel de instructor, sin perder el apego a la profesión, que quizá se endurece en estas actividades extraescolares, pero que contribuye a enriquecer el aprendizaje del alumno, que en clase es inculcado con aprobados y suspenso pero en la vida real aprende a base de fracasos o logros.
 
La jornada del jueves 6 de junio de 2013 ha contado con animadas y ricas actividades como la actuación de un cuentacuentos muy especial, el salmantino Fernando Saldaña, que demostró saber captar la atención de los más jóvenes a base de risas y carcajadas e involucrándolos constantemente en su entretenido espectáculo.

Alumnos, profesores y padres compartieron la comida, pero después de presenciar el acto de promoción de los alumnos que ya abandonan el colegio local para ir al instituto.
  
Aunque, el tiempo de tormenta hizo que el almuerzo no pudiera ser disfrutado en el parque de la ermita, sí despejó el intenso calor de los últimos días primaverales para dejar una tarde apetecible y agradable para contemplar el arte de la cetrería.  

El público asistente rodeó a Mario Carabias, padre e hijo, propietarios de un centro de cría de aves rapaces en Aldeaseca de la Frontera, que exhibieron en Cantalapiedra especies de las que se ven por estos cielos a diario pero que nunca hay ocasión de contemplar desde tan cerca. Además de tener el privilegio de poder tocar o hacerse una fotografía junto a un búho real, un halcón o quizá un buitre.



Son contadas, las ocasiones en que se regala a un pueblo la alegría de ver a los más jóvenes del lugar disfrutando de una jornada de actividades que les hace convivir, compartir y disfrutar y a su vez contagiar de todo ese jolgorio a madres, padres, hermanas y hermanos, abuelos y abuelas, primos y primas, amigas y amigos, vecinos y vecinas, en definitiva, a todas las gentes que tienen la suerte de contemplar ese escenario tan cotidiano y positivo.