La llanura castellana como lugar preferido de las aves esteparias

Las extensa superficie humanizada de tierras de labor alberga verdaderos tesoros ornitológicos


El centro de la ancha y agrestre Castilla cerealista, fuera de la aparente monótona y aburrida estampa que pueda transmitir a simple vista, conforma uno de los ecosistemas más valiosos que contribuyen en la gran  riqueza que otorga a España su calificativo de  variada, rica y diversa.
   

     Esta posible impresión de la enorme superficie que conforma la llanura cerealista, compuesta por tierras de labor esmeradamente trabajadas por el hombre a lo largo de los siglos, contrasta con la realidad, un paraje cargado de sorpresas y cambios. Solo posibles gracias a la magia que ofrece la naturaleza con sus mutaciones estacionales en que  enormes superficies colorean el horizonte, con sus cambios de luz, desde que  sale el sol hasta que se pone.

Y allí dentro, entre las peinadas tierras de onduladas llanuras, embozadas disimuladamente caminan las avutardas sin dejar de observar desde lejos al intruso que las admira, prestas a alzar el vuelo si presencian que éste se acerca. La avutarda es el ave voladora más grande conocida en el planeta. Su peso más frecuente es de los 6 kilos en las hembras y de 18 en los machos.

Sin embardo, no es la única joya del tesoro estepario castellano, pues, una vez que te adentras en estos parajes sin fin, es fácil avistar a lo lejos otras aves, como la ganga, la ortega, el alcaraván o como el  Sisón. Este último, familia de las avutardas, pero de menor tamaño, distinguido por su característico siseo, que es el sonido audible a gran distancia que produce con algunas de sus plumas cuando vuela.

Los caminos agrícolas son atravesados por tres codiciadas piezas de caza, la liebre, la perdiz y la codorniz. Rara es la ocasión en que te adentras en un sendero y no ves corretear a uno de estos animales. La liebre con sus enormes oreja y largas patas traseras y la perdiz con su aleteo patente y dirigido, abundan en estos extensos parajes.

Es imposible no percatarse de la presencia de las majestuosas aves rapaces, entre las que destaca el aguilucho cenizo, el aguilucho pálido, por saber esquivar la mano del hombre con estratégicos colores  que hacen eludible su presencia en las tierras desnudas de arbolado, aunque muestran su elegancia en el cielo abierto con su destreza en el vuelo.

Salpicaduras de pinares, encinares y linderos sirven de refugio a otras especies que forman parte del ecosistema humanizado de la estepa, entre las que se encuentran los pájaros de pequeñas dimensiones como el jilguero, el gorrión  o los aláudidos, entre los que destacan:


  • ·       La alondra común
  • ·       La cogujada montesina
  • ·       La cogujada común
  • ·       La calandria
  • ·       La terrera común
  • ·       La totovía
  • ·       La alondra de Dupont 

ZEPA Tierra de Campiñas

La Tierra de Campiñas es el nombre dado a la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) más extensa de Castilla y León quizá de toda Europa, con 139.445 hectáreas de región biogeográfica mediterránea, repartidas entre las provincias de Avila, Valladolid y Salamanca.