La última tormenta del 24 de junio ha dejado en Cantalapiedra alrededor de 15 litros por metro cuadrado. El agua ha refrescado el ambiente, ha regado los terrenos y ha paralizado un poco las cosechas de cereal. La lluvia ha llegado acompañada de un granizo, que por ventura parece no haber causado daños en las cosechas.
Por otro lado hay que destacar que las eras de Cantalapiedra ya van llenándose de granos de cereales. Parvas que este año van a estar escasas por causa de la sequía, no por falta de agua, sino por estar mal distribuida, ya que ha sido un invierno húmedo, pero cuando más falta hacia para el desarrollo del cereal, el agua no ha llegado.