Nuestra Señora de la Misericordia
La devoción a la Virgen de la Misericordia volvió a palparse en el ambiente vivido durante el primer día de procesiones en su honor.
Numerosas personas de Cantalapiedra, quienes residen en la localidad y quienes no, han estado hoy en la ermita de la patrona de la localidad.
El templo estaba lleno de fieles, unos siguieron la ceremonia desde el interior de la abarrotada ermita, otros desde el exterior del mismo.
Antes de empezar la misa, los mayordomos de este año, que son los quintos nacidos en 1954, se reunieron en la puerta de la casa parroquial, desde donde salieron con las autoridades locales y el cura, don Tomás que les entregó las varas de la cofradía. A partir de aquí entró en acción el acompañamiento musical.
Claves de la fiesta:
- De los cerca de 100 niños y niñas nacidos en Cantalapiedra en 1954, 17 son los hombres y mujeres que han participado finalmente como mayordomos.
- La cofradía de la Virgen de la Misericordia tiene alrededor de 700 miembros. Una cifra elevadísima cuando en Cantalapiedra están empadronadas menos de 1.000 personas.
- Ayer se bailó a la virgen hasta las 17:30 horas, más de 3 horas en la calle, sumadas a la hora larga de misa. Después el convite.
- La subasta de la andas recaudo 550 euros. Raúl González Hernández y Joaquín González Alconada han donado 300 euros por las de adelante y las hermanas López Sanz, hijas de Boni Sanz que han regalado para los gastos de la ermita 250 euros, por las andas de atrás.
Este año se ha contado con la actuación del grupo de danzas de paleo y cintas.