Un bravo novillo negro corrió por las calles de la Buena Villa de Cantalapiedra en la noche del sábado o, mejor dicho, en la madrugada del domingo.
El bravo astado salió del camión situado en la calle Nogales Delicado, pasó por la plaza Ramón Laporta, bajó por la calle Horcajo, pasando el puente sobre el Matapajares y subiendo por la calle cañada Real para continuar por la calle la Plata hasta la plaza de toros.
El novillo, grande y bravo como los que se acostumbra a ver en las fiestas de septiembre de Cantalapiedra volvió a atraer a esta población a numerosos jóvenes de diferentes localidades, principalmente de las provincias de Salamanca, Ávila, Valladolid y Zamora.
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