Los
agricultores de Cantalapiedra están a pleno rendimiento cosechando sus parcelas
de cereal. En unos casos, el cereal va directamente al camión y en otros, el
cereal es depositado en las eras.
Este año,
seguro que no veremos la hermosa estampa que proporcionan las eras llenas,
porque las cosechas se están viendo reducidas, para Castilla y León, en un 40%
según informaron en el programa
Agropopular de Cesar Lumbreras.
Sí,
disfrutamos en Cantalapiedra del transito de los tractores llevando el cereal
del campo a la era y de las cosechadoras que van peinando el campo.
Para el
agricultor es un momento muy laborioso pero muy gratificante porque ve el fruto
de todo un año labrando sus tierras. Este año la sequia ha causado estragos en
los cultivos de cereal, más pérdida se experimenta en las cebadas de secano.
Porque en las parcelas de regadío se ha podido salvar la cosecha a base de
invertir en riegos y abonos.
Los trigos están
mal, pero no tanto, porque en la mayoría de los casos, están sembrados sobre
barbecho, es decir, sobre tierra que había descansado en la campaña anterior.
Las gentes de Cantalapiedra estamos acostumbrados
a ver estas panorámicas: primero, verdes; luego, cargadas de espigas bien
granadas; y después, antes de ser cosechadas, amarillas y secas. Una vez que se
ha cosechado, las grandes máquinas segadoras dejan la hilera de paja dibujando
un paisaje a rayas; y posteriormente, tras el paso de las empacadoras, vemos en
la extensa llanura los grandes paquetes de paja, rectangulares. Finalmente, los
rastrojos quedan libes y limpios para ser aprovechados por los escasos rebaños
de ovejas que aun perviven en esta Villa agricultora.