Cantalapiedra es el primer término de España en el que se produjo la Concentración Parcelaria.
Consolidado el régimen de Franco,
el mismo, el 20 de diciembre de 1953, promulga la ley que tiene como fin
disminuir el minifundismo.
Sea por suerte o por ventura, Cantalapiedra
sería el término elegido para mostrar a España
las bondades de un sistema que permitiría juntar las propiedades de cada
agricultor para hacer posible la mecanización del campo.
Todos los agricultores de la localidad fueron convocados en el salón de
plenos del ayuntamiento a una reunión en la que había técnicos especialistas,
representantes gubernamentales y el propio alcalde de la Villa, el señor Luis Igea.
En Cantalapiedra gustó la idea
porque:
- Las tierras reunidas ahorran energía y tiempo.
- Cada hectárea de terreno duplicó su valor.
- La producción aumentó un 40 %.
La Buena Villa recibió muchos
privilegios como visitas de altas personalidades, cursillos de capacitación
agraria, el concurso de arada o la implantación de una Agencia Comarcal del Servicio de Extensión Agraria que se instituyó
como "amigo fiel y reconocido de los agricultores" informando sobre:
- Plagas y enfermedades de las plantas.
- Ayudas del Estado.
- Crédito agrícola.
- Servicio Nacional del Trigo.
En dos años, en Cantalapiedra pasaron de haber 3 tractores a 30 y también
se produjeron los siguientes efectos negativos para la localidad:
- Al haber menos trabajo, muchas personas tuvieron que abandonar la
localidad, porque no se implantó un plan de choque para dar una oportunidad a
la mano de obra que iba a ahorrarse el agricultor.
- Se redujo el número de propietarios.
- Se creó un paro estacional de la peonada agrícola, de enero a abril.
En Cantalapiedra, a día de hoy, el
sector profesional predominante es la agricultura. Y de Buenos agricultores tiene fama esta Villa, algo de lo que no queda duda, porque de ello dan fe sus bien
cuidadas y productivas tierras de labor, las mismas que pintan el paisaje de un
color diferente, según que cultivo y estación.