El fin de semana pasado la temperatura se acercó a los 40 grados centígrados en Cantalapiedra y las piscinas estaban cerradas. Previniendo la alta probabilidad de buenas temperaturas durante el mes de junio, son muchas las localidades que abren sus piscinas a primeros de junio. Por ejemplo, las piscinas de verano de Salamanca abrieron sus puertas el 10 de junio y cerraran el 10 de septiembre. Como es lógico, para poder abrir antes, los responsables tienen que planificarlo con tiempo, y el tiempo no siempre es bueno. Lo que si está claro es que contando con la infraestructura y con el personal, en opinión de quien escribe estas líneas, una vez que se ha hecho frente al esfuerzo de la puesta en marcha y apertura, puede ser interesante ofrecer este servicio durante el máximo tiempo posible, aunque se eleve el coste del personal, pues ese gasto que se produce también son sueldos para personas. Si hubieran estado abiertas las piscinas el pasado final de semana hubiera ido mucha gente y gracias a este servicio ofrecido desde el Ayuntamiento se hubiera contribuido a sofocar los efectos de la ola de calor.
Muy cierto
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