El 1 de junio de 2016, un día después de cumplirse 99 años del inicio de la vida en comunidad del convento fundado por Madre María Amparo del Sagrado Corazón de Jesús de Cantalapiedra se ha dado comienzo al año de celebración del centenario. Con motivo de los cien años de esta comunidad de hermanas Clarisas que será el 31 de mayo de 2020, se abrió una Puerta Santa de este templo. Será posible obtener la indulgencia durante todo este año declarado jubilar del Sagrado Corazón de Jesús por el Papa Francisco.
Hace unos días unos operarios colocaban una lona de grandes dimensiones en la torre del convento, donde se puede leer: '100 años sobre un río de gracias'. Después, la puerta del monasterio fue decorada con letras y un dibujo de un corazón en color dorado. En la misma se puede leer 'El que tenga sed que venga a mi'. Mas adelante se dispuso una carpa junto a la entrada del convento.
Todos estos fueron los síntomas externos de que algo grande se esperaba en el monasterio.
Finalmente el sábado por la mañana, a las 12:30 varias personas esperaban en la entrada del convento que estaba cerrada, pues era el obispo de Salamanca quien lo debía de hacer. El prelado salió del convento precedido de otros 24 sacerdotes, los dos seminaristas de la Diócesis y dos monaguillos. El primero en hablar fue el párroco, Anastasio Fariza, quien pronunció unas palabras antes de pasar el micrófono al obispo, Carlos López, que también habló y fue el primero en entrar en el templo y dar paso al año Jubilar del Sagrado Corazón de Jesús con una solemne ceremonia que siguieron alrededor de 180 personas mas las religiosas. Cuarenta de los asistentes ocuparon el coro lateral, en el que habitualmente se sitúan las alrededor de 46 hermanas de la comunidad. En esta ocasión, las religiosas cedieron este espacio para dar cabida a todos los que quisieran asistir. Ellas estaban en el coro alto. Entre las personas asistentes cabe señalar la presencia de dos hijos de la villa, José Luis Quintero, sacerdote que acompañaba al obispo: el seminarista Alfonso Hernández; y como monaguillo Mario Cabrera, que también iban en la comitiva. También estuvieron en Cantalapiedra, Juan Pedro Melgar, arcipreste de la Zona de Peñaranda-Las Villas; Florentino Gutiérrez, actual Deán de la Catedral de Salamanca y su antecesor, Jesús Terradillos. También había frailes franciscanos y sacerdotes de muchos otros lugares, entre los cuales, el párroco de la Alberca, Alfredo Férnandez.