El Viernes Santo ha sido en Cantalapiedra triste, muy triste, a partir del mediodía cuando nos enteramos que un chico joven de 23 años nos había dejado. Hasta en la procesión de la Soledad se ha sentido el dolor de esta Villa. El sufrimiento concentrado sobre todo en sus familiares y amigos se ha extendido por toda la localidad.
Se trataba de un joven que no residía en Cantalapiedra pero que venía cada verano, cada fin de semana e incluso participaba activamente de la vida social de esta localidad. Un chaval alegre, atento, educado y trabajador. Sólo conozco facetas positivas de él. Esa es la esencia tan positiva que le ha caracterizado y por la que es conocido en su Muy Buena Villa de Cantalapiedra.
Mañana, Sábado Santo, 19 de abril le despedimos a las 10 horas de la mañana en la Iglesia de Santa María del Castillo.