Los cazadores de Cantalapiedra comenzarán a rastrear las tierras del término en busca de las preciadas piezas de caza este domingo, 25 de octubre (2015).
Tal y como establece la Orden Anual de Caza de la Junta de Castilla y León que define las normas que rigen la práctica de la caza en la comunidad la temporada se extenderá desde el cuarto domingo de octubre hasta el último domingo de enero (2016), en jueves, sábados domingos y festivos de carácter nacional y los autonómicos de Castilla y León.
Sábados tarde, domingos y festivos de carácter nacional y autonómico los galgueros de Cantalapiedra, normalmente agrupados en cuadrillas saldrán en busca de la preciada liebre, haga calor frio o hiele.
También en este periodo hábil (domingos y festivos en el Coto Calabrés) saldrán al campo los cazadores de escopeta, quienes buscan piezas como los conejos, perdices, codornices, palomas torcaces u otras especies que permite la normativa establecida.
La extensa llanura de Cantalapiedra, sus interminables extensiones sin límite, hacen de este término, uno de los considerados más valorados en la caza con galgos. Pues por un lado en estos parajes se crían liebres fuertes y resistentes que han tenido que sobrevivir al ataque de sus depredadores gracias a su habilidosa carrera en un terreno con escasos lugares donde guarecerse, además de su rusticidad adaptada a un clima con inviernos de frio intenso y veranos extremadamente secos. Por otro lado, las llanuras sinfín de Cantalapiedra favorecen carreras largas de galgos tras la liebre, en las que se concentra toda la intensidad de esta afición. En ellas se produce la lucha por la supervivencia de la liebre, en la que solo vencen las mejores, las más sanas y hábiles, que serán las que queden en el terreno y procreen, produciéndose así una selección genética que en Cantalapiedra viene llevándose a cabo desde tiempos inmemorables, antes como medio de vida hoy como afición o deporte.
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